
La visita de la Madre de Dios, fue ocasión de gracias y bendiciones para la gran mayoría de las personas presentes, tanto de los enfermos, como de los familiares y funcionarios del Hospital.
Los pacientes, de todas las edades, eran confortados con la presencia de la que es Consuelo de los Afligidos y Salud de los Enfermos, depositando en su Corazón todas sus angustias, preocupaciones y sufrimientos. Como recuerdo de este día, fueron distribuidas un centenar de estampas de la Virgen de Fátima.